
Luis M. Ortiz, nacido el 26 de septiembre de 1918 en Corozal, Puerto Rico, fue un destacado líder cristiano y misionero que dejó una marca indeleble en el mundo de la fe. Hijo de Don Miguel Ortiz y Doña Aurelia Marrero, Luis fue el octavo de once hijos y desde temprana edad mostró una dedicación profunda a su vocación espiritual.
Llamado Divino y Formación
A la tierna edad de 10 años, Luis experimentó una transformación espiritual profunda y sintió el llamado de Dios al ministerio. Esta experiencia espiritual se consolidó en su vida mientras su familia se mudaba a San Juan, donde continuó su servicio al Señor. A pesar de comenzar una carrera en el Periódico "El Mundo", Luis abandonó su trabajo para obedecer el llamado divino y estudiar la Palabra de Dios en el Instituto Bíblico Mizpa de Puerto Rico.
Durante su formación, el llamado de Dios a la obra misionera en Cuba se hizo cada vez más claro. En un momento de oración en un culto de hogar, Luis se rindió completamente a esta misión, marcando el inicio de un viaje que definiría su vida y ministerio.
Misión en el Caribe
En 1943, Luis contrajo matrimonio con la Hna. Rebecca Hernández Colón, con quien tuvo dos hijas, Damaris y Priscila. Juntos emprendieron su primera misión a la República Dominicana y, posteriormente, a Cuba. En Cuba, Luis y Rebecca trabajaron incansablemente durante 16 años, estableciendo 23 iglesias en un año y medio, formando un equipo de más de 30 obreros, creando programas radiales y construyendo una infraestructura sólida para la obra de Dios. Su impacto en Cuba fue monumental, dejando alrededor de 60 iglesias y un vibrante cuerpo de obreros comprometidos con el evangelio.
Fundador del Movimiento Misionero Mundial
En 1960, Luis regresó a Puerto Rico obedeciendo un mandato divino. En 1963, fundó el Movimiento Misionero Mundial, Inc., una organización que se ha convertido en un testimonio de su visión y compromiso con la expansión del evangelio. Luis Ortiz fue un líder con una visión amplia, conocido por su carácter reservado, manso y humilde. Su pasión por la evangelización se reflejó en su trabajo como evangelista, pastor, maestro y escritor. Comenzó y publicó la revista mensual "Impacto Evangelístico" y llevó a cabo un programa radial del mismo nombre, que tuvo un alcance significativo.
El pastor Ortiz decía que él no fundó el Movimiento Misionero Mundial (MMM) por su propia voluntad o mérito, sino que fue obra de Dios y del Espíritu Santo. Este siervo de Dios expresó en 1963 que la obra fue de Dios y que Dios mismo levantó el Movimiento para devolver a la evangelización el lugar que Cristo le había asignado. Esa actitud es un testimonio de la humildad y la fe del pastor Ortiz, que siempre atribuyó el éxito y crecimiento del Movimiento a la intervención divina, y no a sus propios esfuerzos o intenciones.


Legado Duradero
El Pastor Luis M. Ortiz no solo fue un líder espiritual, sino también un escritor y poeta prolífico, con más de 200 poesías escritas—un ejemplo es el siguiente:
Poco importan las riquezas, Nada importan posiciones
Ni me inquietan ilusiones, De prestigio y de grandeza.
Si hay halagos no me afectan, Ni me alteran las calumnias
En el crisol de la alcurnia, Arde todo lo que viertan.
A todo he renunciado, Con todo os podéis quedar
Es mejor con Cristo estar, Aunque sea crucificado.
Yo me quedo con las glorias, De la cruz del Nazareno
Lo demás me es ajeno, Y lo tengo por escoria.
¿Obispo, rey o galeno?, ¿Tener gloria terrenal?
¡Yo prefiero la eternal, ¡Gloria de ser Misionero!
(LUIS M. ORTIZ)
Además, escribió varios libros de mucha edificación, como: "Apocalipsis, Un Libro Abierto para Hoy", "Matrimonio, Divorcio, y Recasamiento", "Los Dones del Espíritu Santo", "Dios Llama", "Instrucciones Bíblicas para los Recién Convertidos", entre otros.
Su obra y ministerio estuvieron marcados por el sacrificio, la fe y un profundo amor por las almas. Organizó campañas evangelísticas con miles de asistentes, y celebró numerosas convenciones, congresos y conferencias misioneras. Su vida y ministerio se caracterizaron por una firmeza inquebrantable en sus convicciones y principios doctrinales, manteniéndose fiel a la obra de Dios a lo largo de los años.
En 1995, el Rev. Rubén Rosas lo sucedió en el cargo de presidente internacional, cargo que había ocupado Ortiz durante treinta y dos años. El 26 de septiembre de 1996, el Señor llamó al pastor Ortiz a Su presencia, dejando un legado de fe y dedicación. El Rev. Luis M. Ortiz Marrero es recordado como un hombre de Dios con "PASOS DE GIGANTE", cuyo lema, "AVANZANDO POR LOS CAMINOS DE AMÉRICA Y DEL MUNDO", continúa inspirando a generaciones de creyentes en su caminar con Cristo.
👉 Testimonio personal de conversión
👉 Mensajes del Rev. Luis M. Ortiz

Mensajes ungidos del ayer que trascienden y siguen siendo relevantes hoy.
Desde el primer nombre oficializado en 1963, hasta su principal expansión por América Latina, te invitamos a conocer el génesis del Movimiento Misionero Mundial—Todos conocen el Movimiento Misionero Mundial, pero pocos conocen su origen.
Aquí mismo puedes ver el documental completo, son 4 episodios en total (el primer video es solo la promoción).
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¡Que Dios te bendiga! ❤️🙏