[Apocalipsis 22.20]
Todos estamos como a la expectativa de que el mundo se va a acabar, y esto ha llevado al mundo a un caos, que las cosas ya van a llegar a su fin.
Hay cosas que nos ponen a pensar de que sí, la venida del Señor está cerca porque esa es nuestra esperanza.
Y así como Jesús resucitó, así también un día los creyentes recibirán un cuerpo de la gloria de Señor, 1 Corintios 15.52 dice: "en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados." 1 Tesalonicenses 4.16-17 dice: "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor."
Podemos imaginar al apóstol Juan, ya que fue el último que quedó de los 12 apóstoles, escribiendo este último pasaje de Apocalipsis y recibiendo todas las revelaciones de este libro.
“El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22.20).
Hace la aclaración “ciertamente”, como para que no entre la duda nunca a nosotros que él va a volver por su pueblo.
La Biblia nos dice en Mateo 25.13, "Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir." Tambien encontramos en Marcos 13.32 que dice, "Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre."
Dios está feliz con su pueblo porque hay muchos que llevan 10, 20, 30 y hasta más años en el camino del Señor Jesucristo. Y que a pesar de las pruebas, tentaciones y dificultades todavía cantan y glorifican el nombre del Señor.
Es porque cuando él llama no se equivoca, porque el padre vino a buscar verdaderos adoradores, no de cualquier forma, sino con toda su alma; "en espíritu y en verdad" (Juan 4.23).
Y han pasado los años y tú todavía estás ahí sirviéndole, es porque eres más que un vencedor en el nombre del Señor como dice en Romanos 8.37 "Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó."
Pero Dios sabe que estás pasando por problemas, angustias, de pronto, han pasado los años y algo te aconteció que te dejó marcado y estático.
Quizás alguien habló mal de ti, te miró mal y eso te marcó que no te dejó crecer, aunque cantes, ores, pero sientes que perdiste algo.
Ya cuando te arrodillas como que no es lo mismo que cuando llegaste los primeros años, no cantas con ese mismo entusiasmo.
El clima está cambiando, el mundo está deteriorado, pues la venida del Señor Jesucristo está cerca y es por eso, que el apóstol Juan dice, "Amén"... y reafirma y dice: "sí, ven, Señor Jesús".
¿Será que puedes decir esas palabras ahora?
Hay corazones heridos, que por años han luchado por un sentimiento de odio y los dejó ahí estáticos en su vida cristiana.
A veces nos confundimos y no entendemos que usted y yo no vamos a vivir acá siempre, que nos espera una morada más grande y poderosa.
Hay muchos problemas y Dios está tocando esos problemas, aunque usted no lo alcance a percibir.
El Espíritu Santo está sobre cada uno de nosotros y golpea un corazón poco a poco.
Dios te quiere santificar, mira un ratico tu vida, tú y Dios, sé eres sincero con Dios, y vas a poder decir, sí, ven Señor Jesús.
Dios te ama, el pecado no ha sido capaz de apartarte de Dios porque él te perdona, y si estás aquí es porque él te ha perdonado.
Si has pasado por muchas luchas y pruebas es porque él te ha perdonado y si te está escuchando ahora mismo es porque está a tu lado.
Te está hablando al corazón, y te hace recordar lo que a él no le gusta, te dice, quítalo, dime que no quieres más eso en tu corazón y te ayudo.
Yo te llamé para estar contigo, no para que estés solo y para que juntos venzamos.
No importa cuán duro esté tu corazón porque él ya lo rompió ahora, estamos descubiertos delante de la presencia de Dios.
Lo único que tienes que hacer es decirle, Señor, perdóname, quita eso de mi vida.
Vamos a creer en Dios, él va a derramar de su poder de una manera poderosa, que los cautivos van a ser libres en el nombre de Jesucristo.
Te está mirando ahora mismo porque hace mucho fijó su mirada en ti.
El mundo no ofrece nada pero la iglesia aunque está en el mundo no se está ahogando, sino que se está levantando porque vamos para el cielo.
Cristo viene pronto, ya se escucha su venida, ya no se necesita más profecías, es tan palpable la venida del Señor.
Pero él quiere que te vayas con él.
Copyright © IgleSIA CRISTIANA PENTECOSTÉS DEL MOVIMIENTO MISIONERO MUNDIAL - KENTWOOD, Michigan (USA). All Rights Reserved.
Jehová te bendiga, y te guarde. [Números 6.24]